jueves, junio 01, 2006

La primera foto antes del mundial

(23-05-2006) Poco de lo que sucedió ayer, en la helada mañana del sur, estaba en los cálculos. Por lo menos así fue para los periodistas que fueron al predio de la AFA a tomar imágenes del primer entrenamiento en el que estuvieron todos juntos los 23 jugadores elegidos por José Pekerman para ir al Mundial.
Mucha fue la sorpresa cuando Andrés Ventura, jefe de prensa de la AFA, informó que los fotógrafos iban a tener la posibilidad de sacar la tan ansiada foto del plantel completo, con la camiseta celeste y blanca y los respectivos números que llevarán en las canchas de Alemania.
Y tras una corta espera, en la que los reporteros gráficos deliberaban sobre la forma que ellos creían más apropiada para armar la postal, salió Roberto Ayala, que seguido por Juan Pablo Sorin, encabezó la fila de los jugadores que uno tras otro se ponían a las órdenes de los que por un rato serían sus técnicos.
Contrariamente a lo que todos pensaban, fueron Eduardo Urtasún y Gerardo Salorio, preparadores físicos del plantel, quienes se pusieron al frente de la producción y se encargaron de ubicar a cada uno de los jugadores en sus lugares. Y los 23, que estaban de muy buen humor, les hacían caso y no mostraban mayor resistencia.
Las primeras risas de la mañana las mostró Juan Román Riquelme, quien se burlaba de la actitud de su amigo Pablo Aimar, que quería evitar la primera fila y procuraba salir "parado" en la segunda junto a Leandro Cufré, para no mostrar su pe queña estatura.
Y cuando parecía que ya estaba todo listo para que los fotógrafos empezaran a hacer su trabajo y lanzaran los primeros flashes, se dieron cuenta que faltaba el cuerpo técnico encabezado por José Pekerman. Así que otra vez a ordenar todo. Hugo Tocalli fue decidido a ocupar la más alta de las filas al lado del utilero Marcelo Dalto, Fillol se ubicó en el medio de Salorio y Coloccini, y el técnico, entre Saviola y Messi.
Era, entonces, la hora de la foto que todos quieren colgar en la pared de su pieza. Después de unos pocos inconvenientes, la postal quedó retratada en todas las cámaras. Luego llegaron las imágenes individuales que empezaron con Abbondanzieri —el número 1— y terminaron con Ustari —el 23—. Lo curioso fue que entre turno y turno, los jugadores (Messi fue el más solicitado) se acercaron a un contingente de abuelos de Morón, que presenció la práctica. Sus miembros no dejaron de pedir autógrafos, obsequiar rosarios y desear mucha suerte a todo el plantel.
Luego de las tomas individuales, los jugadores se fueron a cambiar para empezar la práctica. No sin antes haber realizado la foto que reproducirán todos los diarios, y a la cual se le prenderán millones de velas para que Argentina revierta su pobre actuación en Japón-Corea 2002 y ponga a su fútbol donde realmente lo merece: en los primeros planos internacionales.
Atrás quedaban las imágenes de Ayala firmando una bandera argentina, y de los jugadores arribando a Ezeiza entre requerimientos de autógrafos, y de que el plantel se sintiera entero andando sobre el césped, y de las risas compartidas entre muchos, con la complicidad amistosa que se entregaron, por ejemplo, Riquelme y Tevez. La imagen de que el final del camino hacia el Mundial estaba a la vista.

No hay comentarios.: